08 Mar ¿Por qué elegir Psentidos? Te explico mi manera de trabajar y cómo puedo ayudarte como psicóloga
Si estás leyendo estas líneas, es muy posible que te plantees contratar mis servicios como psicóloga, pero tienes dudas.
Normal, yo también las tendría.
Por eso, antes de que inicies un proceso de terapia conmigo, quiero explicarte quién soy y cómo trabajo.
Así sabrás si soy la persona adecuada para ayudarte.
En este post voy a contarte:
- Quién soy yo (Elena Ruiz, la persona detrás de Psentidos).
- Los trastornos que más suelo tratar.
- Algunos puntos importantes de mi manera de trabajar como psicóloga.
¡Empezamos!
¿Quién soy yo? La persona detrás de Psentidos
Lo dicho, ponerte en las manos de un psicólogo sin saber nada de él es complicado.
Así que para hacértelo más fácil creo que es importante que te diga “¡Hola!” y me presente (no te preocupes que no me enrollo mucho):
- Me llamo Elena Ruiz, psicóloga colegiada n.º AO-7741, y soy la fundadora de Psentidos.
- Soy una persona sencilla y con mucho sentido del humor (si acudes a terapia conmigo te aseguro que puedes acabar riéndote un montón). 😉
- Mi primer gabinete como psicóloga lo abrí en 2004 (¡ya ha llovido!), y desde ahí he recorrido diferentes caminos dentro de la psicología, hasta que en 2018 lancé Psentidos.
- La base de mi método es la terapia cognitivo-conductual, pero además aplico herramientas de otras muchas ramas de la psicología (he hecho una barbaridad de formaciones).
Ahora que me conoces un poco mejor, paso a contarte qué puedo hacer por ti si decides contactar conmigo.
Los principales trastornos con los que trabajo (o en qué casos puedo ayudarte)
Como psicóloga he tratado a personas con contextos y necesidades muy diferentes.
Pero ahora mismo trabajo sobre todo con pacientes que sufren alguna de estas situaciones:
1. Trastornos de ansiedad
Nuestra mente está en continuo estado de supervivencia, en alerta y buscando potenciales peligros.
Y cuando ese lado “primitivo” se descontrola, surge la ansiedad. Ansiedad en forma de:
- Preocupación excesiva (esos continuos “Y si…”, “Y si…”, “Y si…” que se convierten en una pesadilla).
- Crisis puntuales que no sabes gestionar.
- Miedo a tareas cotidianas (como conducir, subirte a un ascensor, estar con un grupo de personas…) o miedos exagerados que te impiden seguir con tu día a día.
- Estrés después de haber pasado por una situación muy complicada.
- Rumiación de pensamientos negativos.
- Obsesiones.
- Ataques de pánico.
En algunos casos esta ansiedad te acaba dificultando tu día a día y puede llegar a ser muy limitante.
2. Procesos de tristeza y/o duelo
Quizá llevas mucho tiempo con un estado de ánimo muy bajito. Estás desmotivado y no encuentras nada que te haga disfrutar.
O puede que estés atravesando un proceso de duelo (por un fallecimiento, una ruptura, un cambio en tu vida) que no consigues gestionar.
En estos dos casos puedo ayudarte a recuperar la estabilidad y aprender a convivir con tus emociones.
3. Autoestima y desarrollo personal
Tienes una visión negativa de ti mismo.
Te falta confianza, eres muy perfeccionista y te exiges demasiado; eso te supone una carga emocional difícil de gestionar.
En terapia vemos herramientas que te ayudarán a tener mayor autoconocimiento y así desarrollar una autoestima más sana.
4. Dependencia
Has pasado por una ruptura complicada y eso te ha dejado huella.
Quieres aprender a estar solo (o sola), a lidiar con tu sentimiento de soledad, pero acabas enganchándote a una nueva pareja con mucha facilidad para “llenar un vacío”.
Aquí el objetivo será darte herramientas que te permitan sentirte una persona completa y crear relaciones más sanas.
5. Gestión de traumas
A veces, cuando vivimos algo que nos produce un impacto emocional muy fuerte, nuestros hemisferios cerebrales se desincronizan (y entramos en el famoso “estado de shock”).
Esa desincronización se traduce en bloqueos psicológicos e incluso malestar y dolor físico.
En estos casos, la sincronización de los hemisferios cerebrales (a través de la terapia SHEC) ayuda a que el cerebro vuelva a funcionar con normalidad y nos permite eliminar el malestar.
“Pero Elena, ¿por qué debería trabajar contigo?”
Puede que ahora mismo estés pensando:
“Elena, esto me suena familiar, me siento así muchas veces.
Pero ¿por qué empezar a trabajar contigo? ¿Qué te diferencia de otros psicólogos? ¿Y cómo sé si tú eres la persona adecuada para ayudarme a resolver mi problema?”.
Pues en parte esa es una pregunta que debes responder tú mismo.
Cuando trabajas con un terapeuta es fundamental que te sientas cómodo con él (la relación que se crea en el proceso de terapia entre los dos es muy importante para conseguir los objetivos que te planteas).
Por eso debe haber una cierta conexión. Un cierto feeling.
Quizá mientras me leías has sentido ese feeling conmigo, o quizá todavía no lo tengas claro… eso solo lo puedes saber tú.
Yo siempre recomiendo que tengas una primera sesión, y entonces decidas si quieres continuar trabajando con ese profesional o no.
Pero para que me sigas conociendo, te explico en qué se diferencia mi forma de trabajar de la de otros psicólogos (porque en eso cada uno es diferente).
NOTA: si prefieres que te cuente directamente cómo te puedo ayudar en tu caso, lo mejor es que entres en este enlace y rellenes el formulario para reservar una 1ª sesión conmigo.
1. Cuento con toda una caja de herramientas terapéuticas
A lo largo de los años me he formado en muchísimas áreas: terapia cognitivo-conductual, terapias de tercera generación, mindfulness, terapia centrada en soluciones, terapia breve…
Y la lista sigue, pero creo que ya te haces una idea (¡tampoco quiero aburrirte!).
Lo bueno de tener una formación tan ecléctica es que cuento con muchísimas herramientas diferentes.
Así puedo escoger la que más pueda ayudarte en función de cómo eres, tu contexto, tus necesidades…
De todas formas, con el tiempo he ido desarrollando un método propio donde combino, sobre todo, recursos provenientes de:
- Terapia cognitivo-conductual.
- Método SHEC.
- Terapia centrada en soluciones.
- Terapia de aceptación y compromiso.
- Terapia breve.
Y hablando de la terapia breve, esto está muy conectado con el siguiente punto…
2. Mi objetivo es que veas cambios rápido (incluso desde el primer día)
Una de las cosas que más me gustan de la terapia breve es que, con ella, el paciente empieza a percibir cambios desde la primera sesión.
Para eso yo utilizo la llamada “pregunta milagro”.
Con esta pregunta te pido que visualices cómo sería tu vida si ese problema que te ha traído a consulta ya no existiera.
Esto no solo nos da claridad (porque nos ayuda a establecer los objetivos a alcanzar dentro de la terapia y los pasos a seguir).
Además, esa visualización es muy esperanzadora y motivadora, porque te permite entender adónde puedes llegar.
3. Trabajaremos para que desarrolles flexibilidad psicológica
Seguro que muchas veces en tu vida has actuado de una manera que no querías porque te has visto dominado por tus emociones y/o pensamientos.
Por ejemplo: “Me enfado con mi pareja y le grito porque ha hecho algo que me ha molestado, y luego me arrepiento porque me he dejado llevar por la ira del momento”.
Otro ejemplo: “Quiero estudiar 4 horas diarias, pero al final me vence la pereza y me quedo tirado en el sofá”.
Pues uno de los objetivos de la terapia es que desarrolles habilidades para que, ante diferentes situaciones, sepas cómo actuar de una forma alineada con tus propósitos.
En el caso de los ejemplos anteriores podría ser:
-
- “En lugar de perder los nervios y gritarle a mi pareja, primero me calmo y luego le explico serenamente por qué me ha molestado su conducta”.
- “En vez de tirarme en el sofá toda la tarde y sentirme culpable, me pongo a estudiar sin hacerle mucho caso a la pereza, porque sé que no me conviene para conseguir mis propósitos”.
Esta capacidad de adaptarte a cada situación, y hacer de tu mente y emociones tus mejores compañeras de vida, es lo que yo denomino “flexibilidad psicológica”.
Y esto es algo que trabajo con todos mis pacientes.
Podría contarte muchas más cosas sobre mí, pero…
… pero la realidad es que, para descubrir si soy la psicóloga adecuada para ti, lo mejor es que nos conozcamos.
Para eso si acudes a terapia conmigo
En la primera sesión, estudiaremos tu caso y te explicaré cómo puedo ayudarte.
Además, como te decía antes, en esta primera sesión podrías decidir si te sientes cómodo para continuar.
Nos leemos muy pronto.
Elena